Todo quedó en un dedo un poquito lisiado...
Mientras algunos lo consideran un accidente común, el médico que me atendió en urgencias pareía que era la primera vez que lo oía: "miniquée?? Cómo se escribe? Y puedo saber qué es eso?"... Me parece que este señor no sabe exactamente dónde está la cocina...
Pues bien, todo pasó una tarde previa a mi cumpleaños cuando decidí hacer una tarta - la primera y la última hasta que se me olvide el susto -. Llevaba meses visitando un blog magnífico de recetas para postres y en concreto viendo una tarta que deseaba probar algún día y que me la comía con los ojos al más puro estilo Carpanta...
La tarta contendría mis ingredientes preferidos: chocolate negro y galletas oreo, mmmmmm!!!!!!
Así qué siguiendo la receta en mi móvil con un ojo y con el otro puesto en el postre, me despité. O al menos vamos a contarlo así... Tenía que triturar las galletas. Ante mi falta de rodillo, se me ocurrió triturarlas con la minipimer. Gran error!
Sobre todo porque no se trataba tanto de triturar como de machacar y no conseguía el efecto deseado. Se quedaba toda la galleta estancada en el aparato. De modo que paré la minipimer - hombre claro! Hasta ahí llegamos... -, la cogí con la izquierda y me dispuse a quitar los grumos. Un inciso: lo de utilizar las manos lo hacemos todos cuando cocinamos! Mientras tenía el ojo en la receta, el dedo índice de la derecha quitando grumos entre la cuchilla y mi mano izquierda sosteniendo la minipimer, no se porqué - todo ocurrió en milésimas de segundos...- le di al botón... Con mi dedo dentro!!!!!!!!
Sobre todo porque no se trataba tanto de triturar como de machacar y no conseguía el efecto deseado. Se quedaba toda la galleta estancada en el aparato. De modo que paré la minipimer - hombre claro! Hasta ahí llegamos... -, la cogí con la izquierda y me dispuse a quitar los grumos. Un inciso: lo de utilizar las manos lo hacemos todos cuando cocinamos! Mientras tenía el ojo en la receta, el dedo índice de la derecha quitando grumos entre la cuchilla y mi mano izquierda sosteniendo la minipimer, no se porqué - todo ocurrió en milésimas de segundos...- le di al botón... Con mi dedo dentro!!!!!!!!
El resultado -gracias a que las galletas frenaron las cuchillas- urgencias, puntos, sangre por toda la cocina y 2 semanas sin utilizar la mano derecha. Pero ya estoy bien. El dedo casi curado y una gran noticia: terminé la tarta gracias a la ayuda de mi amiga Maca y tengo que decir que valió la pena...
Así que de todo se aprende: hay que desenchufar SIEMPRE!!!
Así que de todo se aprende: hay que desenchufar SIEMPRE!!!
